El marketing es como los rituales de cortejo en la naturaleza: un despliegue de técnicas para atraer con los plumajes más coloridos o los cantos más melodiosos a esa ansiada y esquiva pareja que es el cliente potencial. Por supuesto, existen innumerables formas de hacerlo, pero al final no son más que dos: salir a su encuentro o conseguir atraerlo por medio de una serie de reclamos. Es decir, outbound e inbound marketing.
En realidad, hasta que se desarrolló el concepto de inbound marketing y su contrario, casi todo era outbound marketing: anuncios en prensa, TV, banners, búsquedas patrocinadas, pop ups, etc. Sin embargo, la creciente saturación publicitaria, tanto offline como online, con un público objetivo cada vez más curtido y selectivo, aconsejaba el desarrollo de una nueva metodología que contrastase con todo lo anterior. Porque, al fin y al cabo, de eso va el inbound marketing: un conjunto de técnicas no intrusivas que buscan cautivar al usuario en lugar de asaltarlo. Pero vamos a ver las características de cada uno antes de establecer sus ventajas e inconvenientes:
Las ventajas del inbound marketing son claras, pero también es cierto que tiene una curva de aprendizaje relativamente elevada. Aprender a pensar en clave de tu buyer persona y de sus necesidades o tener la capacidad de generar contenidos de interés y relevancia requiere un cambio de enfoque considerable, así como potenciar el peso específico del departamento de content marketing en una empresa. Esto último significa dar el salto de la mera transmisión de mensajes promocionales a la generación de contenidos con entidad propia, muchas veces entrando a competir con jugadores tradicionales como las webs de información especializada.
Pero en realidad te hemos engañado un poco. ¿Por qué? Porque, en un entorno complejo y extremadamente volátil como es el marketing digital, establecer fronteras claramente delimitadas entre ambos tipos de marketing no acaba de tener mucho sentido. Sí, nos vale como una guía orientativa, pero al final el contagio entre outbound e inbound es inevitable. Por ejemplo, se podría aplicar una campaña de PPC a la oferta de un e-book gratuito con información de interés o bien promocionar posts en Facebook en lugar de depender exclusivamente de las búsquedas orgánicas.
En cualquier caso, y teniendo en cuenta el auge de la web semántica, entendida como una sofisticación de las búsquedas que cada vez confían más en respuestas caracterizadas por una información útil y pertinente, con contenidos ricos y propios, el inbound marketing es una metodología que ha venido para quedarse ¿Cómo tienes pensado adaptarte?